martes, 22 de mayo de 2012

Si este blog llegara a tener alguna vez existencia, sería un blog de política. Pero tengo que decir que el título es una falsedad, en lo que al contenido que pretendería darle se refiere. Caveant consules ne quid detrimenti respublica capiat (Que tengan cuidado los cónsules de que la república no sufra ningún daño), es la forma en que se enunciaba el Senatus consultum ultimun, el decreto por el que en la época tardía de la República romana se daba poderes extraordinarios a los magistrados en situaciones de grave peligro para el Estado. Es pues el reflejo de una forma personalista de contemplar la política, en la que lo fundamental es elegir a las mejores personas para gobernar.

No es esa la aproximación que a mi me interesa principalmente. Yo soy un seguidor de Popper, y como tal, creo en la necesidad de diseñar instituciones minimizen los daños al

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